Jacta Alea Est.

Estudié. Bastante eh, me rompí un poquito el orto estudiando. Economía = 1 (esa es la nota que me saqué, ya me la dieron). Todo por culpa de los gráficos que, obviamente, yo no había entendido desde el principio del cuatrimestre. Escuché de mucha gente que tuvo pruebas de Economía en los que los gráficos no figuraban en sus exámenes. Bien por ellos, mal por mí.
Le había dicho a mi hermana, horas previas al parcial de Filosofía, que le rogara a los cielos que me tomasen la Alegoría del Sol y no la de la Caverna ni la de la Línea. El profesor puso dos opciones: o escribir la de la Línea o la de la Caverna. Genial, excelente.
Estudié aproximadamente 70 años de historia, estudié muchisimo, tenía (y sigo teniendo) muchos conocimientos (?) en mi cerebro. Para qué? Para que la profesora pida cosas totalmente contrarias a lo que yo me sabía. Osea, lo que yo estudié, no sirvió. Hermoso.
Ahora, yo después de todo esto tan lindo que me pasó, me pongo en filósofa y pienso, para qué me esfuerzo? Para qué pierdo mi tiempo si no depende de mi?
Osea, yo le pongo toda la onda, intento pensar 'bueno puede irme bien, me va a ir bien', pero puedo tener una fe excesiva en mí que no hay caso de que me toque una buena. Esto, mi vida, mi realidad, va más allá de mis creencias. Mi mundo está regido por la suerte con la que nací, que obviamente muy buena no es.
Ya está, no puedo escapar, no puedo huir de la mala suerte, me persigue, me acosa, incluso me viola. No creo que vaya a salirme una bien por el resto de mi vida.
Y seguramente, mis pequeños lectores, ustedes debéis estar pensando: 'No seas tan negativa, ponele onda'. A ver si separamos conceptos. Según la RAE, la corriente pesimista, el pesimismo en sí, es una propensión a ver y juzgar las cosas en su aspecto más desfavorable.
Señoras y señores, yo no estoy viendo nada desfavorable, sólo estoy asumiendo mi realidad. Realidad (según la Real Academia), es la verdad, lo que ocurre realmente. Y qué es lo que me está pasando? No me pego una. No tengo una chance positiva, un pie que me haga pensar que me va a ir bien. Esa es mi realidad, lo que estoy viviendo. Si fuese pesimista diría 'No, voy a abandonar la carrera si me sale todo mal'. Todo lo contrario, le voy a dar lucha a mi vida, no me voy a dejar ganar. Pero después de estas situaciones, que son mínimas pero suficientes para mí, me resigno. Voy a seguir, pero resignada, asumiendo que la suerte no está de mi lado. 
Sé que puedo mejorar, refiriéndome a mí, pero no tengo una escapatoria a no recibir una ayuda del mundo supernatural. Quizás esté enloqueciendo, pero esto la verdad, me supera.