Lady.

Algunos dirán 'pero estás en la flor de la vida' y demás frases alusivas a la juventud que estoy viviendo. Estoy completamente de acuerdo con ellos, pero la realidad, la cruda y bastarda realidad, me está dando señales de pura y asquerosa vejez. Si idiota, ya sé que tengo 20 años, pero sé que vos también pensás, cada vez que decís que tenés X edad, que ya pasó esa época en la que lo único que hacías, era lo que querías. Ahora, ¿hacés todo lo que se te canta, todo el tiempo? ¿Te sentís libre de decir 'a la mierda todo, hoy me quedo durmiendo y mirando dibujitos', sin que una abrumadora, arrolladora masa de responsabilidad te atropelle, y que esa voz, ese inquilino que todos tenemos dentro, te diga 'pillín, tenés que hacer muchas cosas, no te hagás el nenito' ? Te pasa, admitilo. Bueno, ESO es vejez.
Lo que me pasa a mí, particularmente, es por ejemplo, un dolor asesino en las rodillas. Sí, me duelen las rodillas. Es más, estuve rengueando gracias a ese dolor absurdo en mis articulaciones. Me pasa lo mismo en las muñecas. Ahora estás pensando que estoy vieja, lo sé. Es como la propaganda esa en que la nieta le pregunta a la abuela si hoy va a llover y la vieja se toca las rodillas para responderle. Hola.
Otra. Los sábados a la noche prefiero quedarme en mi casa mirando SNL en la cama con miles de frazadas encima, en lugar de salir a bailar y sus derivados. No sólo porque SNL cambió mi existencia sobre el planeta, sino que me da mucha vergüenza todo lo que sucede dentro de un boliche: el intento desesperado de los pibes por levantarse a las prostitutas desesperadas por ser levantadas para luego histeriquear a esos pobres bastardos desesperados.  El boliche, la disco, es un lugar para gente desamparada que busca escupir sus deprimencias (sí, deprimencias) a través del alcohol y el chape fácil. Pero ese es otro tema que no voy a abordar ahora. A mí me gusta salir a bailar,pero siempre hay un pero. Mi cama es lo más.
Respondo mensajes con OK. Respondo mensajes con OK. Respondo mensajes con OK. 
Siento que no encajo en ninguna tribu social. No sé qué soy, a qué cultura pertenezco. Fui a la Bond Street con el temor de ser cagada a piñas por mi vestimenta. Tampoco es algo por lo que esté desesperada, la verdad es que me chupa un huevito todo esto, pero TODO joven es 'X' (entiéndase X como hippie, rollinga, wachiturro, indie, gótico, hispter, skater, freakie, nerd, punk, etcétera) yo nunca supe qué fui, qué soy. O sea, soy Déborah, lo sé, pero en mi currículum social, ¿qué pongo? Arbolera. Currencita. Creo que es suficiente. Perdón el giro drástico en la trama de este humilde posteo. Posteo boludo. ¿Te acordás del posteo?
Eso. Digo cada dos por tres ¿te acordás? Y me quedo en un viaje infinito en el tiempo tildada mirando un punto invisible pensando, lamentablemente, que todo tiempo pasado fue mejor. Amo el presente, estoy viviendo un momento muy hermoso a pesar de todo, pero, las ganas de volver atrás. No de corregir errores, pero de ver qué pasaría si hubiese vivido mi infancia, mi adolescencia, con más intensidad, con mayor ímpetu.
No escucho reggaeton. No tomo alcohol. Estoy tomando mucho café. El tono de mensaje de mi celular es la campanita de una bicicleta. 
Lo que sí creo que me hace joven es usar las uñas de colores. Y que lloro porque extraño escuchar en vivo a mi banda favorita. Ah, no, pará, ¿eso les pasa a los viejos también? Cagué entonces.